El
arquetipo de La Tejedora representa la creatividad, las posibilidades de
creación, el potencial de unir mundos a través de sus tejidos.
Las
mujeres tejemos afectos, solidaridades, inteligencias, resistencias,
comunidades, proyectos, cuidados, creaciones, mundos, desde la sabiduría de la
intuición, la riqueza del matiz, el gesto la diferencia, lo sutil.
Y
lo hacemos a través de las herramientas aprendidas de nuestras antepasadas,
nuestras abuelas, nuestras madres, nuestras hermanas: los sueños, los saberes,
los abrazos, las risas, las caricias, las melodías, las ideas, las palabras.
Tejemos
sueños. Porque soñar es alimento de la vida. Cuando soñamos construimos mundos.
Soñar es el alimento necesario como el agua, las frutas y verduras. Cuando
soñamos somos libres y aprendemos la necesidad de caminar. Cada paso caminado
es un sueño realizado donde es difícil borrar la huella.
Y
al incorporar en nosotras el arquetipo de la tejedora podemos hacer realidad
nuestros sueños, los materializamos, creamos nuestro arte, somos arte-sanas.
Algunas
diosas en que puedes visualizar este arquetipo son:
Hilandera (diosa
de la creación- mitología ancestral de los indígenas hopis)
Atenea (tejedora de estrategias – mitología griega)
Arachne (experta
tejedora, aprendiz de Atenea)
Minerva (diosa
de la guerra, creadora de estrategias – mitología romana)
Sulis
(tejedora de la salud y bienestar –
mitología celta)
Maya (tejedora del destino – mitología hindú)
(Información recogida de Mujer en
Curso)
LA TEJEDORA DE LA LUNA
La
palabra “woman” proviene también del
sánscrito. La raíz “man” significa Luna
y la raíz “wo” quiere decir esposa.
En inglés “wife” no significaba
originalmente mujer casada, sino que se remonta a “weef”, que significa “hacedora”,
“productora”.
En
inglés “wife” alude al origen de “weaver” (en español, tejedora). Los usos originales de la
palabra se remontan a funciones femeninas. Por esa razón es difícil separar la
simbología que existe detrás de estos conceptos.
“Woman” significó, pues, la Tejedora de la
Luna.
La
idea del la mujer como tejedora y como araña, también pertenece a la mitología.
Sangre, luna y araña son imágenes estrechamente ligadas.
El
arquetipo de la araña es importante por su dualidad. La araña, por tejer y
destejer, se la asocia con los principios activos de la construcción y la
destrucción. La araña crea y recrea como la mujer. Y es importante también si
observamos su significado destructivo. La araña construye y al mismo tiempo
puede obrar y decidir sobre sus víctimas. Destruir en ella es otra forma
construir. Según Cirlot, la araña es símbolo del centro del mundo y el
equilibrio del cosmos.
“Se
considera la araña como animal lunar, a causa de que la Luna (por su carácter
pasivo de reflejo y por sus fases, afirmativa y negativa, creciente y
decreciente) corresponde a la esfera de la manifestación fenoménica (y en lo
psíquico a la imaginación). Así, la Luna, por el hecho de regir todas las
formas (en cuanto a apariciones y desapariciones), teje todos los destinos, por
lo cual aparece en muchos mitos como una inmensa araña.”
El
arquetipo de la araña se funde con el de la Luna. El ciclo lunar queda
estrechamente ligado al tiempo menstrual femenino. Ahora la araña se añade a
estos conceptos. Destejer significa, según esto, desaparecer. Tejer, la
construcción y la creación de algo que también se asocia a la creación del
mundo.
Por
otro lado, la visión misógina de la mujer puede deberse a una visión simbólica
del concepto de destejer o destruir. Es interesante ver como la araña ha sido
utilizada como símbolo en las creencias populares, en el arte y la literatura.
La viuda negra también ha colaborado con esta visión misógina medieval. Esta
araña captura al macho en su tela, para luego devorarlo. De aquí que el
arquetipo de la mujer viuda se asocie con el arquetipo de la araña.
La
araña implica por consiguiente, transformación.